La dolencia más común que ocurre en hombres mayores de 30 años es la prostatitis.
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La prostatitis es una enfermedad que se presenta en los hombres y se caracteriza por la inflamación de la glándula prostática ubicada debajo de la vejiga.
Esta enfermedad puede causar dolor severo a un hombre, ir acompañada de una violación del proceso normal de micción y, en formas severas, provocar disfunción eréctil y problemas graves en las relaciones con la pareja.
Para evitar tales consecuencias indeseables, se recomienda visitar a un especialista cuando aparezcan los primeros síntomas y comenzar de inmediato el tratamiento de la prostatitis.
Pocos hombres logran curar por completo la prostatitis crónica. La inflamación de la próstata a menudo entra en una etapa de remisión a largo plazo. La exacerbación comienza con la aparición de dolor en la próstata. A menudo se acompañan de trastornos urinarios. Ante los primeros síntomas de recaída, debe buscar ayuda de un especialista.
Se recomienda a los pacientes que visiten a un especialista regularmente, al menos una vez cada seis meses. Con la misma frecuencia, realizan estudios del estado de la próstata, realizan un análisis de PSA. Con un seguimiento sistemático del estado de la glándula, es posible identificar oportunamente los procesos que provocan una recaída de la enfermedad. Pero incluso con una remisión prolongada, no hay garantía de que no se viole.
El paciente debe seguir las recomendaciones para prevenir exacerbaciones de la enfermedad. Se recomienda equilibrar la dieta, excluyendo los alimentos grasos y picantes.
En la etapa aguda de la prostatitis, el paciente tiene un fuerte aumento de la temperatura corporal, aparición de dolor en la región lumbar, dolor y escalofríos en las articulaciones y los músculos. Asimismo, muchos hombres experimentan un aumento del tamaño de la próstata y la aparición de molestias en la zona perineal. La micción frecuente y la orina turbia también se encuentran entre los factores alarmantes.
Gradualmente, aumenta la intensidad del dolor, que se manifiesta con mayor frecuencia durante la presión sobre la glándula prostática. A medida que se desarrolla la enfermedad, a los síntomas anteriores se suma el dolor en la zona lumbar. En algunas situaciones, pueden aparecer molestias en otras zonas del cuerpo y una sensación de ardor durante el proceso de orinar.
La etapa aguda de la enfermedad se acompaña de un síndrome de intoxicación general. A veces, en el contexto de procesos inflamatorios locales, se puede desarrollar una enfermedad séptica purulenta que afecta la sangre. En esta situación, el hombre debe ser hospitalizado de urgencia.
En la prostatitis crónica de naturaleza bacteriana, a menudo no hay síntomas y la necesidad de tratamiento surge solo cuando se detecta una infección en el sistema urinario, que se manifiesta en el contexto de una complicación de la enfermedad. Además, un hombre puede desarrollar disfunción eréctil.
El diagnóstico integral de esta enfermedad se considera la clave para un diagnóstico preciso. En este caso, un requisito previo es el examen del paciente y la recopilación de anamnesis. Para identificar la hinchazón y el dolor en el área de la próstata, el especialista palpa las paredes del recto.
Para evitar errores en el diagnóstico de esta patología, para prescribir el tratamiento correcto, es necesario confirmar que el paciente no tiene enfermedades como inflamación del apéndice, cáncer de próstata, procesos inflamatorios en la vejiga y los riñones, adenoma de próstata. y diuresis descontrolada.
